-->

—¿De veras no quiere que lo llevemos?
—Es una caminata de diez minutos. Y en esta noche maravillosa, caminar es un imperativo.
Los tres se quedaron un momento contemplando las estrellas.
—Cada una de ellas es un mundo —dijo Hagen, mirándolas.
—O un espantoso caos —dijo Clements, con un bostezo—. Temo que sean un cadáver fluorescente y que nosotros estemos dentro.

Vladimir Nabokov. Pnin

No hay comentarios:

Publicar un comentario