Pero no hay duda de que la verosimilitud no tiene mucho lugar en la vida cotidiana ni en las acciones de los hombres, sus causas y sus efectos, de modo que puede dársela por cierto, o, para los espíritus escépticos, por posible.
Angélica Gorodischer. “Veintitrés escribas” en Bajo las jubeas en flor
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