-->

Por sistema, los músicos aplauden con precaución para proteger sus muñecas y sus dedos, que han de comunicar sutiles mensajes a sus instrumentos. Pero en aquella ocasión, no se reservaron las manos.

Stephen Vizinczey. El hombre del toque mágico

1 comentario:

  1. Quisiera comunicarte que he advertido tu truco, y es de lo peor. Lentamente embriagás a la víctima para que sus mecanismos de defensa se desestructuren, y tarde o temprano, ceda. Y yo, a estas alturas de tus postales, he sucumbido a Stephen Vizinczey y Angélica Gorodischer.
    He advertido tu truco pero no haré nada por evitarlo, ojalá me tropiece con estos autores en Parque Centenario, Palermo o Parque Rivadavia.

    ResponderEliminar